Perdido entre cristales
Lo que voy a decirles es lo mismo que he declarado una y otra vez: los recuerdos que tengo acerca de los sucesos ocurridos entorno a mi amigo Eberhard Holt son borrosos, y es poco lo que sabía al respecto antes de involucrarme. Además, sinceramente no tengo la menor idea de cómo es que estoy envuelto en un asunto semejante.
La memoria más antigua que salta a mi mente, es de hace alrededor de un mes; era un viernes por la noche cuando recibí una llamada de mi buen amigo, y recuerdo que el clima de aquella noche estaba en perfecta sincronía con el carácter sumamente perturbador de su mensaje. Durante su llamada no fue capaz de controlar sus nervios, y su dicción era poco menos que incomprensible, por lo que le pedí tranquilizarse mientras llegaba a su casa para acompañarlo y ayudarlo en lo que fuera posible.
Una vez que hube llegado, sin embargo, lo encontré descontrolado, aullando de un terror paranoico que hasta antes de verlo me parecía inverosímil. Lo bombardeé inmediatamente con preguntas que me ayudaran a comprender las causas de su estado emocional -y temo que también mental-, pero sus respuestas carecían completamente de lógica, y mucho menos correspondían al sentido de mis cuestionamientos.
Pasaron aproximadamente dos horas para lograr tranquilizarlo lo suficiente como para que pudiera arrojarme algo de luz sobre las circunstancias que lo tenían tan consternado. Y no obstante, ni así pude obtener demasiada información; lo que me temí entonces, es que Eberhard se hallara bajo los efectos de alguna poderosa droga, y no se me ocurrió más que buscar la manera de reducirlo de alguna manera, y un té de canela pareció funcionar.
Todo lo que me dijo fue que había hecho algo de lo que se arrepentiría el resto de su vida, e hizo un comentario oscuramente sarcástico que incrementó mi preocupación por él: "Por lo menos no cargaré con este sentimiento por mucho tiempo más", me dijo con una sonrisa socarrona y retorcida por los impulsos musculares que el llanto producía en su cara. Mis desesperados intentos por desvelar lo que fuera que le había inducido a tan deplorable condición, lograron tranquilizarlo por cuanto él tenía intenciones de tranquilizarme a mi. Se disculpó solemnemente por haberse mostrado tan débil y tristemente desesperado, y para explicarse argumentó que había estado sufriendo pesadillas y bebiendo... pero su explicación me pareció tan burda como la afirmación de que sin dios la existencia es simplemente imposible.
Fue hasta una semana después de este incidente, que tuvo que haber sucedido algo excepcional para que decidiera sincerarse conmigo respecto a lo que se traía entre manos; aquí es preciso que continúen leyendo sin prejuicios y teniendo presente que soy consciente de que la historia que viene a continuación es irracional, mas lo que estoy a punto de relatar salió de la boca de mi propio amigo.
Él me aseguró -no sin la vehemencia de quien quiere probar algo que bien sabe es absurdo- que además de nuestro plano material, nuestra "realidad", había muchas otras dimensiones habitando técnicamente el mismo plano... que el mismo lugar y el mismo espacio tiene tantas existencias y tantas interpretaciones que escapan de la imaginación. Además, según me dijo, había descubierto por mero accidente una manera de asomarse y posteriormente traspasar a una de estas dimensiones.
Según me dijo -y según recuerdo, pues vuelvo a aclarar que mis recuerdos no son por completo claros-, estaba una noche en su laboratorio trabajando en un artefacto que, de acuerdo con su teoría, le permitiría iluminar de una manera especial en la oscuridad, haciendo posible percibir si no todas, muchas de las formas de "vida" y energía que habitaban en planos dimensionales ajenos al nuestro. Sin embargo, entre el ajetreo de su actividad ocurrió algo que desataría su degeneración física y mental: el artefacto que había creado se activó arrojando una luz extraña, casi por completo invisible a la vista humana, pero que contenía cierta combinación (como un código de barras) con los colores primarios; dicha luz apuntó directamente hacia un matraz Erlenmayer que tenía sobre la mesa de enfrente, el cual es de cristal, y al atravesar la luz el instrumento, se proyectaron del otro lado figuras, formas y manifestaciones de energía incongnoscibles, indescriptibles.
Esto sin duda fue un hallazgo, y lo habría considerado un logro para celebrar, de no ser porque aquéllas criaturas se percataron de que se había abierto una brecha a través de la cuál eran observadas por quien no debía... lamentablemente, de ser cierto lo que mi amigo me contó, lo que sucedió no era simplemente un logro para ver a través de los distintos planos, sino que ésos entes eran capaces de cruzar la fisura, y en efecto lo hicieron.
A partir de ése día, a pesar de haber desactivado el aparato de luz antes de que las formas de figuras inconcebibles cruzaran hacia nuestro mundo, mi amigo había estado experimentando visiones y escuchando ruidos extraños, "difíciles siquiera de barruntar", en sus propias palabras. Los misteriosos seres que desde entonces habitaban su casa, no correspondían ni de lejos a nuestro concepto de "amigable"; inexplicablemente, no podían hacerle nada, ni ser del todo visibles... pero de hecho lo aterrador era que entre él más los percibía, más crecían y adoptaban un aspecto humanoide, deformado y terrible. Algunos parecían una especie de insectos con tenazas, o con apéndices parecidos a manos humanas; varios de ellos, podría haberse afirmado que estaban hechos de hierro fundido, y de otros que eran siluetas de vapor negro.
Mi amigo, desconsolado como nunca antes y con la actitud de quien recibe los resultados de sus estudios de laboratorio y al abrirlo se entera de que tiene SIDA, trató de explicarme su teoría sobre el método para regresar a tales criaturas a donde pertenecen, y cerrar la fisura entre su existencia y la nuestra, pero entonces sus ojos captaron algo que debió ser más que horroroso (o probablemente no tanto, pero sí algo que le causó un pavor inenarrable, aunado a su paranoia profundamente desarrollada), pues se levantó de un brinco para romper todo cuanto tuviese cristal en su casa: relojes, espejos, vasos, vitrinas, ventanas focos, televisiones, etcétera... y hasta aquí es a donde llega mi cansada memoria, pues sin saber cuánto tiempo transcurrió desde el brote violento de mi amigo, desperté en plena oscuridad, tan densa y profunda que resultaba imposible vislumbrar la más mínima seña de mi silueta moviéndose... desde entonces he vagado en un espacio interminable de negrura abismal, con el único sonido del eco de mis pasos y mis sollozos, perdiéndose en la nada. Desde que desperté, he contado los días según mi juicio aquí adentro (¿o afuera?, y desde mi perspectiva, ha pasado un mes... ahora debo estar, según esto, en el día 19 de junio de 1974.
No sé si lograré sair, o entrar, o lo que mierda sea que deba hacer para volver a casa. Sin embargo, aquí está mi testimonio una vez más... ¿logra alguien escuchar mi voz en cualquier parte del mundo, cual sea el mundo que esté del otro lado (si hay otro lado)?
EXTRAÑO GRABADO EN VIDRIO ENCONTRADO EN UN TEMPLO-IGLÚ EN UNA MONTAÑA EN LA ANTARTIDA
Escrito por Iván Fenzel, diciembre 6 de 2016
Un extraño templo tallado en bloques enormes de hielo fue hallado en una montaña por científicos en una expedición para buscar fósiles prehistóricos enterrados bajo kilómetros de hielo y tierra en la Antártida.
Según historiadores, no hay en toda la historia de la arqueología rasgos de una cultura semejante, y los detalles en esta materia no han sido revelados. Sin embargo, los científicos han trabajado en la investigación para determinar cómo fueron tallados los bloques para crear tan gigantesca estructura arquitectónica, y cuándo fue tallado.
No obstante, poco sabían que estaban por toparse con algo aún más misterioso y perturbador: en una de las habitaciones del templo se hallaba una pared de cristal de dos metros y medio de altura, dos metros de anchura y con un grosor de cinco centímetros. Este cristal se encontraba más que clavado en el suelo, y no lo sostenía nada más; además, tenía grabado un texto escrito en español, en el que se narra lo que parece ser una anécdota de hace más de 40 años.
Por si lo anterior fuese poco, en el cristal se alcanzan a apreciar grabados de lo que aparentemente son rostros humanos, de un hombre maduro. Y para rematar, los científicos no han podido averiguar qué tan profundo se encuentra enterrado el resto del cristal, y algunos teorizan que probablemente no esté "clavado", sino que es un apéndice del propio suelo, lo que los lleva a proponer la hipótesis de que incluso el propio templo no haya sido creado a partir de bloques de hielo, sino de la propia superficie de la montaña.
Otro de los enigmas a los que se están enfrentando los investigadores, es que el grabado en el cristal no ha sido jamás antes visto... un método así, según afirman, sería imposible de encontrar en nuestra era: el texto y los rostros que allí se aprecian, no han sido grabados con alguna especie de tinta, o cincel, o láser: toda la pared es un bloque intacto, y no han encontrado indicios de cualquier herramienta utilizada para realizar un trabajo como ése.
¿Será que hay en el mundo tecnología todavía desconocida para la humanidad, o para gran parte de esta? ¿Qué descubrirán los investigadores sobre todo ésto? Lo sabremos muy pronto, y así lo daremos a conocer tan pronto nos hagan saber los resultados.
Periódico El Poder Informativo, Sección de Ciencias.